miércoles, 9 de mayo de 2007

El poder tapa sus escándalos

Resulta inaudita la desfachatez con la que en España ciertos políticos e instituciones mezclan el interés público y su ánimo de lucro. El uso interesado del poder público, de los mecanismos y las instituciones del Estado está llegando a límites similares a los de los mejores tiempos del felipismo. Los escándalos se suceden y el asalto al poder de las empresas importantes de España para colocar a los afines no cesa. Pero el imperio mediático-prisáico acompaña y el propio gobierno se ha convertido en provocador de noticias que interesadamente se desencadenan cuando se trata de aminorar el impacto de sus tropelías y desvergüenzas. Detenciones nocturnas de personajes famosos, operaciones malayas –surgirán las indonesias, indias y del África subtropical-, afinsas, presuntos delitos –que luego los tribunales desmienten- urbanísticos, detenciones ilegales de ciudadanos del partido de la oposición… ¡Qué afán tan desmedido de poder! ¡Qué poco interés en la verdad!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me duelo pensar cómo se supeditan los intereses públicos a los privados: el poder, el dinero, el prestigio,...los políticos deben servir a la sociedad, no a sus propios intereses!.
Y nuestro dinero? el de los contribuyentes? es nuestro. No es justo que no se administre bien.
Me gusta el artículo. Enhorabuena, J.Luis.